La época estival es especialmente propicia para realizar actividades en el medio natural, pero es necesario llevarlas a cabo con todas las medidas de seguridad posibles para asegurar experiencias positivas, algo en lo que el calzado tiene una importancia fundamental. Sigue leyendo y descubre por qué.
Un calzado adecuado es fundamental
Aunque es cierto que en verano todos preferimos las sandalias a cualquier otro tipo de calzado, a la hora de caminar por el campo es fundamental contar con unas buenas botas de senderismo que nos protejan de los innumerables insectos que podremos encontrar y, por supuesto, que hagan más cómodo nuestro discurrir por los caminos rurales.
Para protegernos de los insectos y las serpientes
No en vano, es durante esta época del año cuando las serpientes tienen más actividad y hay más profusión de insectos, por lo que proteger nuestros pies de posibles picaduras se vuelve algo fundamental a la hora de salir al campo.
De esta forma, aunque es cierto que en España hay pocas especies de reptiles cuya picadura sea mortal y que las picaduras de insecto no suelen causar grandes problemas, podrás evitar riesgos innecesarios y tendrás asegurada una experiencia senderista al 100% satisfactoria.
Pese a esto, es importante tener en cuenta que la maleza seca que es tan habitual en verano, es el hogar de esas garrapatas que tan molestas son para nuestras mascotas y que pueden llegar a causar graves fiebres para los humanos (a pesar de que, afortunadamente, esto no sea lo más habitual), motivo por el que es mucho más que procedente disponer de un calzado adecuado para salir a caminar por el campo.
No en vano, aparte de las botas, merece la pena disponer de más ropa especialmente diseñada para la realización de este apasionante deporte, por lo que no podemos dejar la ocasión de decirte: ¡descubre más prendas si quieres hacer del senderismo tu deporte favorito!
Para estar a salvo de lesiones
Por otra parte, volviendo con el tema de las botas, es importante tener en cuenta que caminar por el campo es hacerlo por un terreno irregular, muchas veces plagado de agujeros, de puntiagudas piedras salientes y de ramas que nos podemos clavar en el caso de que no las veamos.
En este sentido, es conveniente decir que una de las lesiones más habituales entre los senderistas son las derivadas de las torceduras de tobillo y, por supuesto, las que tienen que ver con las que causan las mencionadas piedras y ramas cuando se clavan en los pies, siendo especialmente graves las que se producen en las plantas porque imposibilitan casi por completo seguir caminando.
Por consiguiente, no se puede más que concluir que es necesario disponer de unas botas fuertes que aseguren nuestros tobillos y que protejan nuestros pies tanto como sea posible, aunque ello sea sinónimo de tener que pasar algo más de calor.
Respecto al calor, es necesario decirlo, no debería suponer ningún problema en la medida en que las botas de senderismo de calidad están dotadas de unos sistemas de ventilación muy eficaces que lo minimizan. Además, cabe tener en cuenta que nuestro cuerpo está preparado para adaptarse a todas las condiciones climatológicas sin mayores problemas, por lo que no utilizar unas botas para caminar por el campo culpando al calor no deja de ser una mera excusa que no tiene ningún sentido.
Para estar cómodos
Por otra parte, una de las características más importantes de las botas de senderismo, es que están diseñadas para caminar largas horas con ellas puestas, por lo que son mucho más cómodas que cualquier otro calzado en el que podamos pensar para realizar este deporte.
En consecuencia, no es posible terminar este artículo de otra forma que no sea afirmando que, si quieres practicar senderismo este verano, no deberías dudar en hacerlo utilizando unas buenas botas de trekking porque son el mejor seguro para tener la mejor experiencia posible y así evitar riesgos innecesarios.