El aceite de lavanda es muy popular dentro del mundo de la cosmética natural, hasta tal punto que se usa en una gran variedad de ocasiones. Sus características y beneficios sobre la piel lo convierten en uno de los mejores aceites esenciales que hay en la actualidad.
Principales usos del aceite de lavanda
En el mundo de la cosmética natural, las personas esperan encontrar productos que sean capaces de cuidar y mejorar la estética de su piel y cabello.
El aceite esencial de lavanda es uno de los ingredientes más usados en estos productos, dado que sus propiedades lo convierten en una de las mejores opciones para el cuidado personal.
Entre los usos más comunes del aceite de lavanda en la cosmética natural, destacan los siguientes.
Combate el acné
La lavanda cuenta con propiedades antisépticas, que son capaces de eliminar el acné, logrando un rostro más bonito y saludable. Todo esto gracias a las propiedades antisépticas, que eliminan las bacterias que provocan las erupciones en la piel.
Una cualidad única del aceite de lavanda es que no tapa los poros, lo cual es muy útil a la hora de eliminar el acné. Otro motivo para usarlo es que controla el exceso de sebo y grasa, por lo que funciona como medida preventiva para la formación del acné.
La forma más eficiente de aprovechar estas propiedades es aplicando unas gotas en un algodón y pasar el mismo lentamente por las zonas infectadas, o bien, por toda la cara.
Desintoxica la piel
Existen muchos agentes que terminan por ensuciar y dañar la piel, como los cambios en el clima o la contaminación del ambiente. Al estar expuesto a estos factores diariamente, la piel lucha de manera constante contra los radicales libres, con el fin de permanecer sana.
Para ayudar con esta tarea, se puede usar el aceite de lavanda, gracias a que cuenta con antioxidantes con gran poder que pueden combatir los radicales libres, de esta manera será posible evitar la pérdida de iluminación, la sequedad, y la hinchazón de la piel.
Aparte, el estrés, la ansiedad y las preocupaciones diarias, pueden terminar por afectar a la salud de la piel, así que si se utiliza lavanda en zonas específicas, será posible conseguir un mejor bienestar y evitar estos problemas.
Funciona como tónico
El aceite de lavanda se puede usar como tónico en la piel, ayudando a que esta recupere la firmeza y mejore la circulación, oxigenando y nutriendo las células de la piel.
Al ser capaz de eliminar el estrés y la hinchazón, la lavanda combate la formación de arrugas y las líneas de expresión, esto permite tener un rostro más juvenil y saludable, donde la edad no se nota. Se tratan de usos bastante útiles a la hora de conservar una piel más sana, hermosa y brillante.
¿Ayuda al cabello?
El aceite de lavanda es muy versátil, por lo que también se recomienda aplicarlo en el cabello, para aprovechar ventajas muy interesantes. Con su uso se controla la caída del cabello, lo cual puede ocurrir por el insomnio, la depresión, la ansiedad, o el estrés.
Como la lavanda es perfecta para aliviar estos problemas, contribuye indirectamente a evitar la caída del pelo. También se puede aplicar directamente en la cabeza, para mejorar la circulación y estimular el crecimiento del cabello, evitando que se caiga.
Otro motivo para usar el aceite de oliva en el cabello, es su capacidad para eliminar la caspa y la comezón del cuero cabelludo. Su aplicación ayuda a rejuvenecer los folículos, por lo que el cabello termina creciendo, y como es antibacteriano, elimina las bacterias que provocan la caspa.
Sin duda alguna, el aceite de lavanda es un excelente producto a la hora de cuidar y prevenir problemas en la piel o el cabello, logrando buenos resultados estéticos de forma natural y eficiente, para que las personas disfruten de un aspecto más joven, saludable y atractivo.