Las personas que se someten a dietas estrictas para el control de peso, suelen enfrentarse a un problema adicional en medio del proceso. Con la pérdida de peso acelerada se produce una pérdida de la tensión muscular y también la degradación de las fibras de colágeno y elastina que se encargan de mantener la tonicidad de la piel.
La buena noticia es que existen muchos tratamientos para reducir la flacidez corporal así como rutinas de prevención que toda persona puede aplicar cuando se encuentra en proceso de adelgazamiento, de forma que el cambio drástico no afecte a la firmeza del cuerpo. Te contamos, a continuación, algunos trucos y soluciones que puedes aplicar si te encuentras en esta situación.
¿Qué hacer para evitar la flacidez mientras bajamos de peso?
Si te preocupa adelgazar y terminar con la flacidez, los siguientes trucos y consejos te serán de gran ayuda. Puedes ponerlos en práctica desde el primer momento en que estableces la meta de perder peso, ya que es mucho más sencillo prevenir que corregir la flacidez una vez que está generado deformaciones en la piel.
Evita las dietas rápidas o dietas milagro
La pérdida de peso ha de ser resultado de un cambio general de estilo de vida, no una consecuencia acelerada de simplemente dejar de comer, que es lo que la mayoría de las personas hace cuando cumplen dietas milagro. El resultado de las mismas es un deterioro visible de la salud cutánea, una flacidez enorme y, posiblemente, una recuperación del peso en semanas.
Realiza ejercicios localizados
Una rutina de ejercicio es esencial dentro del proceso de pérdida de peso y reducción de medidas. El ejercicio se convierte en la principal forma de gastar calorías, ayudando a bajar de peso, pero también existen rutinas específicas de ejercicio localizado, como los abdominales, las sentadillas y los ejercicios para pecho y brazos, que permiten reafirmar tejidos.
Mantén la hidratación
Consume abundante agua a lo largo del día. Cometer el error de no mantener la hidratación es dañino para la salud de la piel, principalmente porque la capacidad de nuestra piel para adaptarse a los cambios que se sufren cuando se adelgaza depende del consumo de agua. Recordemos que el organismo se compone en gran medida de agua y este elemento en fundamental para la vida.
Hidratar la piel
Además de consumir líquidos de manera constante, es importante que se utilicen cremas hidratantes para mantener la tonicidad de la piel. Existen cremas con colágeno que refuerzan la pérdida de esta proteína, incrementando su capacidad de resistir las fluctuaciones de peso, además, hay productos con enzimas Q10 que permiten una reafirmación rápida del tejido.
Tratamientos de estética
Finalmente, en una clínica de estética puedes solicitar diferentes tratamientos con aparatología capaz de reducir considerablemente la flacidez en cuestión de unas sesiones. Algunos como la micropunción, mesoterapia, radiofrecuencia e hilos tensores son de las técnicas más eficaces y poco invasivas que se encuentran disponibles actualmente y de las que podemos sacar mucho provecho.