Las alfombras son la solución de revestimiento de suelo más popular y versátil del mercado. Son cómodas, decorativas, proporcionan una superficie antideslizante y son seguras. Es una de las mejores opciones cuando tenemos niños pequeños en casa.
Las alfombras infantiles son unas de las más buscadas. Si bien hay una gran cantidad de formas, tamaños, texturas y modelos que podemos instalar en cualquier instancia del hogar, tener una en la habitación de nuestro hijo es prácticamente vital.
Su aspecto decorativo y la seguridad de que los niños pueden sentarse en el suelo, jugar y desplazarse sin riesgos de un golpe por una caída o tropiezo son algunos de los principales beneficios que hay que destacar. Aparte, el mercado se ha encargado de ofrecer increíbles alternativas para escoger aquella que combine muy bien con todo el estilo de la habitación.
También son una gran opción para colocar en el salón principal de casa, sobre todo cuando los niños son pequeños y la vigilancia constante es una obligación. Ésta se puede convertir en ese espacio para el juego y el recreo, y a la vez, verse bien en conjunto con todo el entorno.
Beneficios y ventajas de las alfombras infantiles
Decoración, apariencia y estilo: las alfombras infantiles destacan por la gran variedad de estampados, motivos y colores que se pueden escoger, partiendo de una amplia gama de texturas y patrones.
Calidez y comodidad: ofrecen una sensación de calidez a la que nadie se resiste. Permiten una suave amortiguación y placer bajo los pies. Son muy acogedoras, incluso se acoplan muy bien a todo tipo de temperaturas. En verano una habitación puede ser más fresca y en invierno más cálida.
Es decir, su valor de aislamiento es otra característica destacable, ya que puede llegar a reducir de manera significativa los costes en energía por calefacción y refrigeración.
Es un suelo saludable: contrariamente a los mitos que relacionan las alfombras con alergias y otras condiciones, ésta es una contribución positiva para la salud. Una alfombra bien mantenida permite purificar el ambiente al reducir la entrada de agentes contaminantes.
Las alfombras, está comprobado, atrapan el polvo que se encuentra en el aire y que contiene alérgenos. Y además, contribuye a un ambiente más silencioso, ya que reduce el ruido excesivo, una de las causas que provoca el estrés y la irritación.
Son decorativas y seguras: al haber una gran variedad de diseños, como por ejemplo, las alfombras infantiles de carreteras, son una excelente base para proteger a los pequeños de posibles caídas. El hecho de contar con una alfombra con dibujos y colores encantadores, llamará la atención del niño, y le invitará al juego y al entretenimiento prolongado.
Si el pequeño aún no camina, estas alfombras serán la base perfecta para que aprenda a hacerlo sin riesgos de golpes u otros daños.
Mejor acústica: tienen la capacidad de suavizar ruidos fuertes y crear un ambiente más pacífico. Es un buen método para reducir el impacto sonoro de pisadas, el de las sillas que se deslizan u objetos que se caen al suelo.
Esto es muy conveniente, ya que los niños están acostumbrados a correr, saltar y generar impactos fuertes en el suelo. Ayudan también a controlar la vibración o reverberación del sonido. Hay tipos de casas que tienen esta condición de “eco” y que se puede minimizar en gran medida con el uso de tapetes o alfombras.
Funcionalidad y fácil mantenimiento: para añadir más ventajas, las alfombras infantiles de carreteras son muy fáciles de mantener, gracias a su material de fabricación y textura. El uso de aspiradoras permitirá solventar problemas de derrames y aportarán una limpieza profesional, cada vez que sea necesario.
En resumen, escoger una alfombra que vaya acorde al entorno decorativo será muy sencillo, ya que las opciones sobran. Solo bastará con determinar el diseño y el tamaño, el cual deberá combinar muy bien con algunos aspectos de la habitación del niño, como el color de las paredes, el motivo o temática de la decoración y el resto de mobiliario que haya en el lugar.