La alimentación de los niños de entre uno a tres años es crucial para su desarrollo psicomotor y su desempeño futuro, por lo que los alimentos nutritivos y saludables, son esenciales para que alcancen todo su potencial.
La alimentación bebé 1 año en adelante, debe ser equilibrada, y los alimentos deben ser servidos en porciones adecuadas para su tamaño, para favorecer un óptimo crecimiento.
Sin embargo, muchas veces, a pesar de los intentos de los padres, muchos pequeños evitan ciertas comidas o no terminan su porción, por lo que necesitan complementos para su alimentación, como la leche enriquecida con fórmulas especiales para evitar la malnutrición y otros inconvenientes que una alimentación incompleta puede causar.
Por esto, una opción viable para darle a los niños en desarrollo los nutrientes que necesitan, son las leches de crecimiento, que contienen las proporciones de calcio que necesitan los pequeños en esta etapa de sus vidas.
Cremas, papillas y purés
A partir del año de edad, los niños pueden comer casi cualquier alimento, sin embargo, corren el riesgo de atragantarse si no mastican del todo o el alimento es demasiado duro, por lo cual, las papillas de frutas y vegetales y las cremas de verduras, son buenas opciones, ya que permiten darle al pequeño una variedad de alimentos, sin que deba masticar sólidos de gran tamaño.
Además, a estas preparaciones se les pueden agregar cereales, legumbres, lácteos y preparados, para crear una dieta equilibrada para los niños y niñas en crecimiento.
Al preparar estos alimentos, debes tener cuidado con no excederte con las grasas, ya que todavía el estómago de los pequeños es susceptible y son propensos al reflujo estomacal, por lo que los aceites deben ser consumidos en poca cantidad y siempre deben preferirse las grasas saludables; los alimentos ricos en grasas saturadas y frituras son desaconsejables.
Calcio, hierro y Omega 3
Las vitaminas del complejo B y el hierro son esenciales para el desarrollo cognitivo en la primera infancia; y las carnes, las legumbres y hortalizas, como el brócoli y la espinaca, así como la clara del huevo, son alimentos ricos en ellos.
Si en tu hogar llevan una alimentación vegetariana, es importante que consultes el plan de comidas con el pediatra y el nutricionista para asegurar un consumo apropiado de ácido fólico y vitamina B12, con vitaminas para niños, y así evitar anemias y otras complicaciones de salud.
Mientras que el calcio está presente en los lácteos, como el queso y el yogurt, que además son ricos en probióticos, algo muy importante para el desarrollo de un sistema inmunológico fuerte y una buena digestión.
El Omega 3, presente en pescados, también ayuda al desarrollo del niño, al contribuir a su salud cardíaca y a su desarrollo cognitivo, además de ser una rica fuente de proteínas. A esta edad, los mejores pescados son los pescados blancos sin muchas espinas, que facilitan a los bebés masticar y evitan que se lastimen.
Alimentos y hábitos a evitar
Las carnes duras o las grasas, los mariscos y la yema del huevo, los quesos duros y las comidas en conserva, no son muy recomendables para los niños en la primera infancia, ya que los niños podrían asfixiarse con ellos, contienen mucha grasa o riesgos para la salud que el sistema inmune de los pequeños no está preparado para combatir.
Así mismo, los alimentos con mucha sal o mucha azúcar, como la comida chatarra y los alimentos muy procesados y las golosinas en exceso, son perjudiciales para el correcto desarrollo y pueden ocasionar problemas más adelante, como la obesidad infantil o la diabetes infantil, y las gastritis o úlceras, si se consumen en exceso.
De igual forma, se deben lavar con cuidado las cáscaras de las frutas y vegetales, o pelarlas por completo, antes de cocinarlas o preparar batidos; también se debe ser muy cuidadoso con la cocción de los alimentos y usar agua potable, incluso al hervir los alimentos, para evitar microbios y enfermedades.