En el deporte no siempre ganan los que tienen más talento. Si fuese así, nunca habría sorpresas y, realmente, la parte competitiva acabaría siendo algo aburrida. Y es que, a parte del talento, hay muchos factores que pueden repercutir tanto positiva como negativamente en el rendimiento de un equipo competitivo o de un jugador.
Los grandes amantes del fútbol inglés recordarán al Leicester levantar el título de campeón de la Premier, a la selección de Grecia reinar en Europa o a equipos de categorías inferiores eliminar a grandes conjuntos europeos. Otros podrán recordar la derrota de Rafa Nadal en Roland Garros de 2009 ante un desconocido Soderling o incluso, para los amantes de la canasta, la sorprendente derrota en el Mundial de Indianápolis en 2002 del Dream Team estadounidense de baloncesto a manos de una renovada selección argentina. Momentos históricos que nos ha dejado el deporte y que nos abre una gran cuestión: ¿a qué se deben estas sorpresas en equipos o jugadores con tanto talento?
Como ya hemos comentado, el deporte profesional tiene muchos parámetros que influyen en el desempeño de sus atletas. Por un lado, la forma física. Con el paso de los años se ha visto como muchos deportistas profesionales disponen de una gran forma física, algo que, comparado con deportistas de antaño, se puede decir que ha evolucionado considerablemente. Lebron James y Cristiano Ronaldo son dos grandes ejemplos de todo lo que una gran condición física, sumada a un gran talento, puede aportar a un jugador. De ahí nacen muchos parámetros que benefician a los jugadores y, por ende, al equipo. Capacidad de reacción, agilidad, manejo de balón, reflejos, energía, velocidad, recuperación, cansancio, potencia o puntería son algunos de los factores que se desarrollan potenciando la forma física.
Pero esto no es todo. Todo deportista tiene un parámetro diferenciador que puede ayudarle a ser un jugador Top mundial o a quedarse en el intento. Sí, hablamos de la mentalidad. Y es que, si la psicología está tan metida en el mundo deportivo, es por algo. La capacidad de gestionar las emociones que tiene un jugador puede hacer que tome un tipo de decisiones u otras y que estas influyan directamente en la consecución de objetivos. ¿Qué capacidad de reacción tiene un equipo al que le anotan un gol? ¿Cómo reaccionan los compañeros al ver que su estrella se ha lesionado en un partido? ¿Cómo afronta un tenista un encuentro ante un rival que le ha ganado las últimas 10 veces?
En el deporte profesional es muy importante valorar todos los aspectos que influyen en el juego para determinar la probabilidad de que un equipo pueda llevarse el encuentro o perderlo y si te interesa saber más del mundo de los pronósticos deportivos y como funcionan puedes hacerlo haciendo click aquí. De esta manera estarás al día de todas las novedades propuestas por nuestros expertos, así como el análisis del estado mental y físico con el que llegan los equipos de los principales torneos mundiales.