Una pequeña herida, en la mayoría de los casos, resulta insignificante para cualquier persona. Sin embargo, para un paciente con hemofilia puede representar un gran problema, ya que el proceso de coagulación de la sangre se ve gravemente afectado por esta enfermedad. De esta forma, un simple corte puede convertirse en la posible causa de una hemorragia.
La hemofilia es una enfermedad hereditaria en la cual la sangre no se coagula correctamente, debido a la carencia de proteínas coagulantes. Las heridas de los afectados por este trastorno sangran durante mucho más tiempo en comparación a una persona que coagula de forma normal.
Las personas con hemofilia poseen bajos niveles de factores de coagulación, la gravedad de esta enfermedad está determinada por el número de factores en la sangre. Mientras más baja sea la cantidad, irá en aumento la probabilidad de sufrir una hemorragia por la falta de coagulación normal en el organismo.
¿Qué causa la hemofilia?
La hemofilia es un trastorno de salud hereditario, el cual se caracteriza por, primero, que las mujeres son portadoras de la enfermedad; y segundo, que los hombres son los que realmente padecen los efectos y síntomas de la hemofilia.
En la mayoría de casos, esta enfermedad es transmitida de padres a hijos mediante los genes, aunque en pocas ocasiones se muestra como trastorno adquirido. Este último caso es muy poco común y sucede cuando los anticuerpos atacan a los factores de coagulación de la sangre impidiendo que realicen su labor.
Principales síntomas de la Hemofilia
La frecuencia y gravedad de los síntomas depende de la cantidad de factores de coagulación en la sangre, estableciendo los grados de severidad y gravedad.
Si el nivel de factores se encuentra levemente reducido, la hemorragia se puede manifestar a consecuencia de cirugías o traumatismos graves. En cambio, las personas con hemofilia severa padecen de sangrado espontáneo y hemorragias frecuentes.
Los síntomas de la hemofilia varían su frecuencia y gravedad dependiendo de la insuficiencia de los niveles de coagulación en la sangre.
- Sangrado en las articulaciones: suele aparecer en las rodillas, codos, caderas, hombros y tobillos. El sangrado de una articulación causa hinchazón, rigidez y dolor intenso.
- Sangrado en la boca y encías: se tratan de hemorragias difíciles de detener después de la caída de un diente o algún corte.
- Sangrado debajo de la piel: este tipo de hemorragia es percibida por la aparición de muchos moretones y hematomas por la acumulación de sangre en la zona.
- Sangrado en la orina: el sangrado en la orina es producido por hemorragias en los riñones o en la vejiga.
- Sangrado en las heces: principalmente causados por hemorragias en la zona de los intestinos o el estómago.
- Hemorragia en la cabeza: después de un parto complicado, el recién nacido puede padecer de una hemorragia cerebral. Los golpes y traumas fuertes son otra razón que puede provocar sangrado.
- Hemorragias nasales: aparecen sin causa aparente y son bastante difíciles de detener y controlar.
Como se puede apreciar, la consecuencia de padecer esta enfermedad es la constante tendencia a sufrir hemorragias, las cuales se manifiestan en zonas internas y externas del cuerpo.
¿Cuál es el tratamiento de la Hemofilia?
El principal tratamiento de la hemofilia es mediante la restitución del factor de la coagulación faltante, para que así la sangre pueda coagularse correctamente. Se lleva a cabo inyectando por vía intravenosa concentrados del factor de coagulación que se preparan comercialmente.
Igualmente, la mejor manera de tratar esta enfermedad es acudir a un centro médico en el que se pueda prevenir y tratar los problemas relacionados a esta enfermedad. Asimismo, es importante informarse y tomar precauciones acerca de los síntomas, los tipos de hemorragias y tratamientos.
En Portal Hemofilia existe la posibilidad de encontrar toda la información necesaria acerca de los distintos tipos de tratamientos y precauciones. De esta manera, es posible ayudar a mejorar la vida de las personas que padecen de esta enfermedad a través de la instrucción y la educación.
Es necesario tomar prevenciones a la hora de hacer algún procedimiento médico, para evitar sangrados graves que puedan amenazar contra la vida del paciente.
El sangrado logra detenerse al momento en que una cantidad suficiente de factores llegan al punto en donde se originó el sangrado. Es importante detener lo antes posible las hemorragias para disminuir el daño sobre las articulaciones y músculos causados por la hemofilia.