La historia protagonizada por Kazuki, Rinka y Otome es una de las más controvertidas dentro del género hentai japonés. Publicada hace casi una década, aún hoy es objeto de conversación y polémica entre los amantes del anime.
Picante y transgresor. Ningún aficionado al manga o anime queda indiferente, sobre todo si es asiduo consumidor, ante una nueva producción del subgénero de anime hentai online.
A pesar de tal afirmación, algunas series quedan en la retina del ávido aficionado por el contenido, por la riqueza de la trama o por la fiereza de su expresión. Otome Dori es un anime hentai que ha marcado un antes y un después, tanto por su contenido y riqueza, como por la fiereza y crudeza con la que transcurre la historia.
Por ello, es considerado por muchos aficionados -e incluso por expertos en este género pornográfico del anime japonés- como el anime hentai más odiado de todos, lo cual no es poca cosa teniendo en cuenta la riqueza -en cantidad- con la que cuenta el ya controvertido género.
Breve introducción
Si no eres precisamente un asiduo lector de manga japonés, ni mucho menos de ver hentai, es posible que la serie Otome Dori, publicada en mayo del 2012, te resulte poco conocida.
A pesar de la competencia que mantiene con otros animes hentai de su época, e incluso más recientes, Otome Dori se ha consolidado como una de las producciones más icónicas del hentai netorare.
La historia está protagonizada por Kazuki, un joven estudiante con una vida común y corriente, como la mayoría. Kazuki, y su hermana Rinka, mantienen una amistad íntima con Otome Sakuragi, la chica que da título al manga.
Otome, de cabello rosa y voluptuosa figura -propia del género hentai-, es la fantasía sexual de todo hombre en la escuela. Kazuki, al ser el hombre que más tiempo comparte con Otome, asume que sólo es cuestión de tiempo para que ambos comiencen una relación y terminen formando una familia. Además, claro está, Kazuki asume que será el afortunado en vivir en propias carnes aquellas fantasías que los demás chicos tienen.
Todo cambiará cuando Kazuki ve a Otome siendo tocada, con fuerte indicio sexual, por otro hombre, de edad muy superior a la de ambos. Poco tiempo después, Kazuki comienza a recibir vídeos extraños, y al verlos, notará que es Otome la que protagoniza escenas sexuales con otros hombres.
Conforme sigue pasando el tiempo, los vídeos son cada vez más intensos y hasta disfrutables por la co-protagonista de la historia. Kazuki afronta entonces episodios de locura y delirios.
Ver Otome Dori
Gracias a ser uno de los animes más célebres de todos los tiempos, al menos dentro de la categoría hentai netorare, Otome Dori es una producción que puede encontrarse en múltiples sitios a través de internet.
Por su trascendencia y penetración dentro de la cultura hentai, es posible encontrar sitios donde ambos episodios se encuentren traducidos o con subtítulos en idioma español. De antemano, debes saber que Otome Dori es un anime que no deja indiferente a ningún espectador.
Otome Dori como la adaptación más transgresora del Netorare
Sin siquiera haber visto Otome Dori, al finalizar la lectura de la breve introducción anterior es prácticamente imposible no tener afinidad por alguno de los personajes. O en realidad, por uno de ellos (Kazuki).
Y es que Otome Dori es, para muchos, la mejor adaptación del género ‘netorare’ dentro del anime hentai japonés. Esa, entre otras virtudes, le han dado a Otome Dori, la trascendencia atemporal que ha obtenido a través de casi 10 años.
Netorare en su estado más puro
Dentro del anime hentai japonés, o incluso dentro de la cultura del manga en general, el netorare es un género que, para simplificar definiciones, implica una infidelidad o un robo de pareja, creando un triángulo amoroso o sentimental donde la gran mayoría de las veces el vértice es la mujer, tal y como sucede en Otome Dori.
Sin embargo, hasta aquí el netorare puede parecer un género que se puede evidenciar en cientos de producciones cinematográficas a nivel mundial.
El netorare se diferencia de todos ellos de acuerdo a una serie de características:
- La historia previa: todo anime de este género comienza con una historia dulce, amena, donde una relación -sea noviazgo, matrimonio, amistad fraterna o amor platónico- luce perfecta e inquebrantable. Además, el género netorare siempre colocará al espectador de parte del protagonista masculino.
- La explotación de la debilidad: la relación que luce perfecta tiene una debilidad. Y un antagonista -un hombre, varios hombres- descubre y explota esta debilidad utilizando cualquier mecanismo de astucia a su disposición. El único fin del antagonista es lograr la infidelidad sexual de la mujer, algo que logrará al final.
- La reacción femenina: la mujer es, al principio, víctima de acoso o instigación por parte del antagonista. Sin embargo, su personalidad es por lo general sumisa, por lo que a pesar del salvajismo, y la crudeza del acoso y de las relaciones sexuales posteriores, llega un momento en la trama donde no sólo cederá o se acostumbrará, sino que comenzará a disfrutar de tales encuentros.
- Los ojos del espectador: en el netorare, el protagonista -casi siempre hombre- acabará humillado, manifestando tal sufrimiento a través de diferentes maneras, desde la locura, el delirio o conformarse con el fetiche de ver “al amor de su vida” en brazos de un tercero.
Llegados a ese punto, se entiende al netorare como un género muy duro y transgresor dentro del anime hentai japonés. Además, aunque el género netorare no es nuevo y existen muchas producciones que abordan tramas similares, Otome Dori es tal vez la expresión más cruda, violenta, transgresora y hardcore de todo el hentai netorare. De allí que, en pocas palabras, no deje indiferente a ningún espectador y, sobre todo, casi siempre logre su objetivo de odiar a la protagonista.
La calidad de su producción
Otra característica a resaltar del manga, que puedes ver online o buscando Otome Dori Mega (u otras plataformas), es la calidad de su producción.
En su momento contó con un presupuesto muy alto para un trabajo de anime hentai de estas características. Además, su director Takashi Nishikawa, logró adaptar de forma magistral el manga del dibujante Carn, en el que está basado, y desde el que rescata hasta el más mínimo detalle, siendo ésta otra clave de su éxito.