La sociedad ha logrado grandes avances en cuanto a la aceptación y la libertad en el tema del sexo. De este modo, actualmente es normal el uso de juguetes sexuales para mejorar las experiencias tanto individuales como en pareja, por lo que es bueno saber todo sobre las muñecas sexuales.
Los juguetes sexuales han evolucionado mucho en las últimas décadas, debido a que la sociedad moderna ha aprendido a ver el sexo como una práctica natural del ser humano, dejando a un lado muchos de los tabúes y estigmas que durante tantos años los han rodeado.
En vista de ello, la variedad de juguetes que hoy en día se pueden encontrar en el mercado, es realmente impresionante; y lo mejor de todo, es que su diseño ya no se inclina tanto para el uso femenino, sino que también hay muchas opciones para los caballeros, como por ejemplo las muñecas hinchables. Por tal razón, hablaremos de todo lo que se debe saber sobre las muñecas sexuales.
¿Qué es una muñeca sexual?
Una muñeca sexual es un juguete sexual que intenta ser lo más parecido posible a una pareja sexual, tanto en tamaño como en la forma de su cuerpo; y aunque las más populares son las de género femenino, también las hay con características masculinas, e incluso con rasgos alienígenas, para aquellos con gustos singulares.
En este sentido, la muñeca puede representar un cuerpo completo con su cara, donde se incluyen las distintas aperturas, tales como la boca, la vagina y el ano; o estar formado solo por la parte de la pelvis, siendo ésta la zona donde se encuentran los orificios necesarios para la copulación. De este modo, las muñecas sexuales suelen usarse en las prácticas de masturbación individual.
Diversidad de modelos, formas y materiales
Como se ha mencionado, las muñecas sexuales se pueden encontrar en distintos modelos, según el material y la forma de las mismas, lo cual influye directamente en su precio. De esta manera, se puede decir que en la actualidad, la más costosa es la muñeca hinchable realista, con precios que parten desde los mil euros. Es un juguete que no solo tiene el tamaño real de una persona, sino también sus atributos y características físicas, siendo su objetivo principal ayudar en el estímulo de la imaginación durante la masturbación.
Dichas muñecas realistas son elaboradas con silicona o con un material que se llama elastómero termoplástico (TPE), que permiten crear modelos con una similitud humana increíble, ya que la cara, el cabello, las partes del cuerpo e incluso la piel, serán realistas a la vista y al tacto. Asimismo, suelen tener una estructura articulada en metal, que permite colocar a la muñeca en diferentes posturas.
Pero si el presupuesto no es suficiente, existen otras opciones que igualmente pueden ayudar a mejorar las experiencias de autocomplacencia. Para ello, se puede elegir una muñeca hinchable que cuesta menos de 500 euros; asimismo, están los masturbadores, que consisten en torsos de zonas específicas del cuerpo, como por ejemplo la vagina y el ano.
Uso de las muñecas sexuales
Las muñecas sexuales están diseñadas para proporcionar una experiencia y satisfacción máxima en cada práctica, por lo que el uso de la misma irá a elección del individuo según lo que desee utilizar. Sin embargo, resultará útil saber que en algunos modelos las entradas pueden incluir la función de vibración. Pero, de cualquier manera, antes de usar la muñeca para la masturbación, se recomienda principalmente constatar que ésta se encuentre bien limpia, y en segundo lugar, aplicar un lubricante de base acuosa, para evitar daños y molestias por las fricciones.
Limpieza y almacenamiento
Para finalizar, es fundamental hablar sobre la limpieza y el almacenamiento de las muñecas sexuales, pues de esto dependerá su vida útil y la salud de su dueño. En este sentido, para limpiar la muñeca una vez haya sido utilizada, se deben retirar las partes (en caso de modelos con piezas removibles) y lavar con agua tibia y jabón antibacterial, asegurándose de secarla muy bien después.
Mientras que para almacenarla, lo más recomendable es utilizar el kit que ella misma trae y preferiblemente colgarla en el armario o cualquier lugar oscuro y fresco, procurando que no esté cerca de ropa o productos que la puedan manchar.